El romance de mi musa y el cielo.
Juntos
por siembre de la mano iré contigo, no importan tempestades ni las piedras del
camino. Si tropiezas yo estaré para darte mi mano y levantarte. Mi vida empezó
a tener sentido cuando tu camino se juntó al mío, deje de tener prisioneros mis
sentimientos para que dejaran de vivir agazapados, la soledad dejo de dormir a
mi lado, encontrar alguien en el lecho que antes estaba vacío es
¡increible! ahora sé lo que sintió Adán cuan dios creo a Eva para que la
hiciera su adoración. Oír mi despertador ya no es una tortura, por ti el
amanecer me despierta con un murmullo al oído cada mañana y la briza que entra
por mi ventana se aparea con el aroma de tu cuerpo y navega por mi espalda. En
lo único que no estoy de acuerdo es que el cielo siempre quiera estar reflejado
en tus ojos y tengan un romance en secreto, créeme, no me engañas,
todos los días te sorprendo viéndolo, el te desea por el crisol que el
sol forma en tus ojos, pero te tengo que compartir con él, porque entre él y tu
esta mi inspiración.
Derechos de autor: Juan Hernandez